A la vista de la vendimia número 32 en ENATE, el viñedo entra en la recta final y nuestro equipo se prepara para un ajetreado mes de agosto. La variedad chardonnay, símbolo indiscutible de la bodega, será la primera en ser recogida, haciendo honor a su carácter temprano. Una primera sequía en mayo, seguida de abundantes lluvias en junio, han dado lugar a la que anticipamos que será una espléndida y fructífera cosecha. Ahora sí, ¿quieres saber cómo nos preparamos para la vendimia 2023? Te lo contamos.

Una añada de contrastes y abundancia

En plena primavera, los meses de abril y mayo fueron muy secos y cálidos, lo que retrasó el crecimiento vegetativo en plena brotación. “Lejos de ser algo negativo, estas condiciones nos permitieron realizar una poda en verde adecuada que descargó la planta”, explica nuestro equipo de Viticultura. A continuación, la época de floración y cuajado gozó de unas condiciones climáticas ideales, dando lugar a un viñedo cargado y abundante. A pesar de encontrarnos un importante riesgo de calor excesivo a finales de mayo, junio se salió de la norma, siendo excepcionalmente lluvioso, y favoreció al viñedo justo después del cuajado del fruto. De esta manera, las bayas pudieron desarrollar sus azúcares y ácidos correctamente, con un equilibrio y ritmo ideal.

Por otro lado, en los viñedos de secano, habitualmente más frágiles y susceptibles a las condiciones extremas, las cubiertas vegetales hicieron posible la retención de agua en las capas profundas del suelo, que todavía siguen aprovechando, y que facilitó un desarrollo óptimo de la vid. 

De este modo, “con la ventaja de una poda en verde adecuada, una buena aireación y un buen control de la vegetación, el estado sanitario de la uva este año es muy bueno”, nos confirman nuestros viticultores. Y es que aún en condiciones peligrosas donde se podrían haber desarrollado fácilmente ciertas enfermedades fúngicas, el viñedo se ha mantenido en buen estado gracias al buen manejo de la carga de la vid, que ha propiciado que no se desarrolle el hongo.

El envero

Y tras una primavera más calurosa de lo habitual y un inicio de verano lluvioso, el ciclo vegetativo avanza conforme a lo esperado en estas fechas. Es por eso que nuestras variedades blancas gewürztraminer y chardonnay realizaron el envero (esto es, el cambio de color de las uvas durante el proceso de maduración) la semana del 21 de julio, mientras que las variedades tintas están esperando hasta finales de mes para dar el último empujón. Como curiosidad, Bachimaña, nuestro viñedo de altura por excelencia, es este año el más tardío, retrasándose aproximadamente dos semanas respecto al resto de parcelas. De aquí obtendremos las uvas para nuestros vinos premium, los tintos Monovarietales, con las variedades merlot, cabernet sauvignon y syrah.

Así, desde una vista general, ha sido un año menos cálido que el anterior, homogéneo en cuanto a temperaturas, y con unas condiciones sanitarias excepcionales. Todo esto ha propiciado una maduración lenta, progresiva y homogénea.

En resumen, la vendimia comenzará la segunda quincena de agosto si todo evoluciona según lo previsto y como hasta ahora, comenzando con nuestra chardonnay del valle de Enate, origen de ENATE Chardonnay-234. Por eso, el trabajo en el viñedo estas semanas es especialmente importante, con un seguimiento muy de cerca de cada parcela, muestreos y análisis semanales que nos asegurarán una fecha de comienzo de vendimia para una uva excelente.

Si quieres saber más sobre nuestros viñedos, adéntrate en ENATE con nuestras parcelas de Cregenzán, 234 y Alcanetos. Y si quieres conocer todo sobre esta vendimia tan prometedora, permanece atento a nuestro blog.