El término ‘crianza’ o ‘reserva’ en los vinos tintos hace referencia al proceso de elaboración de un vino, determinando el tiempo que este ha permanecido dentro de la barrica y de la botella, si bien no es directamente un indicador de calidad sino de tipo de elaboración. El tiempo de crianza de un vino afectará a sus aromas, sabores, personalidad y evolución, y sirve además como indicativo para el consumidor sobre el tipo de vino que va a descorchar. Aunque ambos términos hacen referencia a la crianza del vino, los matices que los distinguen son fundamentales para apreciar la complejidad y profundidad de cada botella. Así, hoy descubrimos las características de estos dos tipos de vino y su importancia a la hora de elegir un vino.
Cada región vitivinícola cuenta con unas regulaciones y criterios diferentes, que determinarán las elaboraciones de las bodegas del territorio. La Denominación de Origen Somontano mantiene su propia regulación, que tanto ENATE como todas las bodegas pertenecientes a ella seguimos meticulosamente.
Crianza en Somontano
Para que un vino tinto pueda ser etiquetado como Tinto Crianza en la Denominación de Origen Somontano, debe cumplir con un envejecimiento mínimo de 24 meses. De estos, como mínimo 6 meses deben pasar en barrica de roble, aunque pueden ser más, y el resto consistirá en envejecimiento en botella. Así, el vino no sale al mercado nada más ser embotellado, si no que todavía tiene un largo proceso por delante, antes de salir de bodega.
ENATE Crianza cuenta con 9 meses de crianza en barrica de roble francés, donde el tempranillo y la cabernet sauvignon que lo protagonizan se ensamblan, conjugando el carácter frutal de la primera con las especias de la segunda. Sin duda, un icono de ENATE, referente en la elaboración de vinos tintos en Somontano, ¡y que acaba de estrenar su añada 2020! Un año que será recordado por una primavera de clima atlántico y un mes de mayo casi tropical, y cuyo sello se refleja en los vinos de una añada corta en cantidad, pero de una magnífica calidad.
Reserva en Somontano
Los vinos Tinto Reserva requieren un envejecimiento aún mayor que un Crianza: un mínimo de 36 meses, de los cuales al menos 12 deben ser en barrica de roble. Este periodo adicional de crianza en madera aporta una mayor complejidad y profundidad al vino, permitiendo que los taninos se suavicen y que los aromas y sabores se integren de manera más armoniosa.
ENATE Reserva cuenta con 12 meses de crianza en barrica de roble francés nueva, donde la cabernet sauvignon tiene todo el protagonismo, y su carácter especiado aporta notas a pimienta, clavo y sotobosque. Un ensamblaje que busca realzar lo mejor de la variedad, con una sofisticación única gracias al roble.
La importancia de la barrica
La crianza en barrica es un arte que requiere paciencia y precisión. Durante el tiempo que el vino pasa en contacto con la madera, se producen una serie de transformaciones químicas que afectan su estructura y perfil organoléptico. La barrica permite una microoxigenación controlada, que suaviza los taninos y añade al vino una complejidad aromática que sería imposible lograr de otra manera.
Si un vino no pasara por este proceso de crianza en barrica, se mantendría con un perfil más frutal y joven, con taninos más agresivos y menos integración en sus componentes. La crianza en roble aporta notas de vainilla, cacao, especias y, dependiendo del tipo de roble, matices que van desde lo dulce hasta lo ahumado.
¿Qué tipos de roble utilizamos?
En ENATE, trabajamos con dos tipos principales de roble para nuestras barricas: roble francés y roble americano. Cada uno aporta características únicas y especiales al vino, y se selecciona uno u otro dependiendo de factores como las características de la añada, las consideraciones de nuestro enólogo y el transcurso de la elaboración:
Roble Francés: Se caracteriza por su grano fino y por aportar al vino notas más sutiles y elegantes, como especias, frutos secos y cacao. El roble francés se integra de manera más suave en el vino, proporcionando una mayor complejidad y una sensación en boca más redondeada.
Roble Americano: Con un grano más grueso, el roble americano tiende a aportar sabores más intensos y notorios, como vainilla, coco y tonos dulces. Este tipo de madera es ideal para aquellos vinos que buscan una expresión más marcada de la madera, con un carácter más robusto y directo.
Así, los tiempos de crianza de los vinos marcarán su futuro carácter y personalidad, determinando sus aromas, cuerpo y evolución y convirtiéndolos en piezas únicas. Si quieres descubrir el carácter de ENATE Reserva y ENATE Crianza, accede a nuestra boutique online y hazte con tus favoritos con envío gratuito. Y si quieres descubrir la elaboración de nuestra bodega en primera persona, consulta nuestra oferta enoturística y elige la experiencia que más se adapte a ti. ¡Te estamos esperando!