La Navidad es sin duda una época para cuidar los detalles. Elegimos cuidadosamente el mantel y la cubertería con la que degustaremos las comidas, la decoración de la mesa, la música… Preparamos con detalle y cariño cada uno de los platos con los que deleitaremos a la familia y amigos y, ¿elegimos bien nuestros maridajes?
Si queremos conseguir un banquete perfecto, debemos seleccionar los vinos con el objetivo de que realcen los sabores de nuestra cocina, más allá de nuestros gustos personales (siempre importantes). Una mala elección podría arruinar hasta la mejor de las recetas. Así, será la intensidad de los platos de nuestra mesa navideña la que marcará la elección de los vinos que deben acompañarlos. Por eso, tradicionalmente se ha entendido una unión natural entre los vinos tintos y las carnes rojas o alimentos de sabor intenso, y los blancos con los pescados o mariscos. A una mayor intensidad de sabor, más intenso deberá ser el vino.
Entrantes
Unos entrantes típicos estos días suelen contener sopas, cremas o ensaladas acompañadas con quesos suaves y, por supuesto, marisco. Platos ideales para combinar con un vino blanco como el ENATE 234, de complejo e intenso aroma varietal de manzana verde, melocotón maduro, hinojo y frutas exóticas; un blanco amplio y graso con un paladar limpio y fresco. O el ENATE Gewürztraminer, lleno de matices amielados y florales. También para los aperitivos suelen ser ideales los vinos afrutados, equilibrados y frescos, como el ENATE Rosado Cabernet Sauvignon.
Platos principales
Si entre los principales encontramos el pescado, podemos proseguir con el blanco. Y si estamos ante pescados grasos como los de variedad azul, resulta excelente escoger blancos más complejos como el ENATE Chardonnay fermentado en barrica de aroma exuberante, en el que se funden el carácter varietal con notas de fruta tropical y con los toques ahumados aportados por la crianza en barrica.
ENATE Chardonnay fermentado en barrica
Para la carne optaremos por el tinto. No obstante, aquí es importante tener en cuenta no sólo el origen animal de la carne que vamos a tomar, sino también el modo en que se ha cocinado. Por ejemplo, el buey, de intenso y característico sabor, deberá acompañarse siempre mejor con vinos con larga crianza, como puede ser el ENATE Cabernet-Cabernet o el ENATE Syrah-Shiraz. Para la ternera, de sabor más suave, podemos optar por vinos de mayor delicadeza como el ENATE Reserva Cabernet Sauvignon, un vino potente, con aromas de fruta madura y tostados. Y si nuestro plato estrella es el cordero, debemos elegir un vino que contraste y suavice la grasa de esta carne, como el ENATE Crianza o el ENATE Merlot-Merlot.
Enate Reserva Cabernet Sauvignon
Y no podemos olvidarnos de uno de los momentos más esperados de las comidas de estas fiestas: el postre. Ya sea en forma de turrones, mazapanes, polvorones, macedonia de frutas o el tradicional tronco navideño. Para acompañarlos, elegiremos un vino dulce, como el ENATE Gewürztraminer Dulce, un vino glicérico y refrescante. Un final redondo para una copiosa comida.
Así que ya sabes, escoge bien los vinos en función de los platos para no perder matices y disfrutar con los cinco sentidos de esta mesa de Navidad.