En ENATE sabemos que la calidad del vino comienza en la tierra, desde el viñedo. Por eso, realizamos una viticultura de precisión que nos permite controlar con meticulosidad diversos aspectos relacionados con nuestros viñedos a lo largo de todo el año. Y es precisamente conocer el ciclo anual de la vid, con las estaciones como línea de acción, lo que nos ayuda a conseguir vinos de calidad. Mientras los veranos son calurosos, el invierno del Somontano se caracteriza por ser frío e intenso. Esto marcará los trabajos en el viñedo de noviembre a marzo, enfocados a preparar las plantas y el terreno para la siguiente estación.
La poda se realiza durante los primeros meses del invierno
Es en este tiempo cuando las plantas acumulan reservas para superar el invierno y recuperarse para la próxima etapa vegetativa, que dará comienzo a principios de la primavera. Durante este periodo de reposo vegetativo, la savia deja de circular por la cepa y desciende hasta su tronco, y es en ese instante cuando se llevan a cabo las labores de poda: el trabajo más importante del ciclo anual de la vid y que en el Somontano se realiza habitualmente en el mes de enero.
Estas labores consisten en la eliminación de algunas partes de madera vieja de la cepa, como los sarmientos del año anterior, para vigorizarla, intentar modificar su desarrollo natural y evitar así que crezca de forma incontrolada. El objetivo de estos trabajos es limpiar el viñedo para evitar la aparición de enfermedades perjudiciales como los hongos, que atacan a la madera de la vid. Además, la poda permite que, a posteriori, broten menos racimos, consiguiendo así un mayor y mejor reparto de savia por toda la planta, y como consecuencia, racimos más gruesos y de mayor calidad.
Así pues, la poda resulta esencial para controlar el crecimiento de la planta, darle forma y mantenerla sana. Por ello, comprende una de las tareas más complicadas e importantes en el campo y será necesario tener en cuenta la climatología en el momento de realizarla, vigilando lluvias y humedad, y eligiendo días secos y sin niebla, ya que esta práctica genera heridas en la planta que, sometidas a un ambiente húmedo, facilitan la entrada de enfermedades que pueden dañarla.
Técnicas y productos de viticultura ecológica para preparar el suelo
Avanzado el invierno y tras el ciclo vegetativo, otra tarea de vital importancia es el abonado del viñedo. Y es que, tras este ciclo, el terreno sufre un gran estrés de modo que resulta imprescindible preparar el suelo para darle los nutrientes necesarios antes de la brotación, que tendrá lugar en primavera. Además, es el momento de la aplicación de herbicidas. Debido al máximo respeto con el medio ambiente, en ENATE usamos técnicas y productos de viticultura ecológica para combatir plagas y enfermedades y fertilizamos el suelo con abonos orgánicos. Asimismo, aprovechamos para hacerlo en esta época en la que las lluvias son más abundantes, ya que el agua disuelve estos tratamientos favoreciendo su filtración en la tierra.
En ENATE trabajamos cada una de las etapas de la vid con mucho mimo, cuidado y esmero gracias a una viticultura de precisión que garantizan unos vinos de gran calidad. ¿Quieres conocer más sobre nuestra bodega? Descubre todo lo que ENATE puede ofrecerte a través de las visitas y de nuestra oferta enoturística.