Charo Carrera se ha convertido en la ganadora de la Beca de Arte ENATE 2020, que este año ha cumplido su novena edición. Nacida en Herrera de Pisuerga (Palencia), esta licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid reside y trabaja en Málaga. Desde 1997, ha participado en casi una veintena de exposiciones individuales y en casi una treintena de exposiciones colectivas, en España, y países como Italia, Alemania, Holanda o Japón.
La belleza de la composición, la perfección compositiva y el uso notable de la tecnología para conseguir una imagen seductora, entre otras cosas, han llevado al jurado, compuesto por Fernando Castro Flórez, intelectual y crítico de arte de ABC; Pepe Cerdá Escar, artista pintor; Alberto Martín Giraldo, artista pintor; Fernando Alvira Banzo, vicepresidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza; y Ana Gállego, directora de Comunicación, Marketing y Enoturismo de ENATE, a nombrar ganadora por unanimidad a su obra ‘Enredada’.
Hemos conversado con ella y esto es lo que nos cuenta sobre su obra y su trayectoria como artista.
¿Qué busca transmitir con ‘Enredada’?
‘Enredada’ pertenece a la serie: “Los desarraigados y otros seres”. Junto con enrollada, desatada, entelada, enlosada y desraizada, busco transmitir la complejidad y, a la vez, la simplicidad de la vida. La soledad de todos nosotros, en clave femenina. Su estructura reticular se mueve en un recorrido que aparece y desaparece, envolviéndose a sí misma. Un recorrido vital.
La elección del terciopelo forma parte de la obra. Es un material que invita a la ensoñación, varía constantemente y recoge a la perfección la imagen, potenciando su intensidad, según varía el ángulo visual. Dan ganas de tocarlo y de alejarse a la vez, para verlo mejor. Así es, también, el ser que lo impregna, la enredada. He añadido terciopelo más fuerte en la base para su fusión, con el fin de crear una apariencia etérea, alentando su variedad cromática.
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de la misma?
Siguiendo la investigación que empecé hace años en el Centro Mide, la impresión gráfica sobre el terciopelo era un nuevo reto. Horas de pruebas sobre diferentes materiales, me han llevado a experimentar nuevas tecnologías como la electrografía que, casi siempre, acompaño y completo con pintura o dibujo, incluso con el tórculo, hasta finalizar la obra.
¿Por qué decidió presentarse a la Beca de Arte ENATE?
Hace años, cuando tomé mi primera copa de un rico Somontano, supe de la existencia de este proyecto de calidad. Las etiquetas de Broto, de Víctor Mira, aparecían en las botellas y pensé cuánto me gustaría formar parte de ese proyecto. Cuando vi la convocatoria dudé presentarme, por inalcanzable, pero pudo más aquel deseo.
¿Qué supone este reconocimiento para usted?
Percibo este reconocimiento como un premio a todo mi trabajo artístico. La envergadura y calidad de este galardón y del jurado, que me ha votado por unanimidad, me reconforta y me empuja a seguir adelante. El prestigio de las Bodega ENATE que me concede este premio me hace sentir agradecida, orgullosa y satisfecha.
A partir de hoy, formará parte de la colección de arte contemporáneo de Bodega ENATE junto a nombres como el de Chillida, Saura, Tàpies, Broto o Canogar. ¿Qué supone para usted?
Algunos de los artistas que forman parte de la colección han sido grandes referentes en mi desarrollo artístico. Salvador Victoria fue mi profesor en la Facultad de BBAA de Madrid. Un orgullo formar parte de esta colección de Arte Contemporáneo.
¿Cómo fue su acercamiento al mundo del arte?
Siempre me recuerdo haciendo dibujos y retratos de mis hermanos, pero sobre todo, recuerdo las palpitaciones que sentía, de adolescente, cuando me detenía en los detalles de alguna fotografía de obras de Delacroix, Ribera o Rembrandt en la biblioteca Municipal de León, donde vivía. La propina semanal la dedicaba a comprar el fascículo correspondiente de la Colección “Grandes de la Pintura” y lo estudiaba minuciosamente de principio a fin. La emoción que sentía definió claramente cuál sería mi dedicación fundamental en la vida; quería hacer sentir esa emoción. Fue mi primer conocimiento del arte. Después de unos años, conseguí un trabajo que me facilitara cursar los estudios de Bellas Artes en Madrid, donde me trasladé y aumenté mi conocimiento del arte contemporáneo, abriéndose una nueva visión de posibilidades artísticas.
¿Cómo definiría su trabajo artístico?
Mi trabajo es interdisciplinar. Aúna diferentes medios de expresión y diferentes técnicas. Fotografía, pintura, dibujo, escultura, procesos digitales, vídeo, instalación y land-art.
Sobre todo, es un trabajo de constante investigación con los medios y con los materiales. Parte de mi obra tiene su origen en la fotografía, y utilizo en muchas ocasiones elementos dignos de ser reciclados, como aluminio, telas, hierros, hojas de palmera secos, caparazones de crustáceos, raíces, libros, fotografías antiguas, etc. Utilizo a menudo material que se asemeja a lo que encuentro y observo en la naturaleza: el verde aterciopelado del bambú, los musgos de las rocas del bosque o de las playas del norte, etc.
Lo que más placer me produce y define mi trabajo es encontrar, incluso aquéllo que no busco, descubrir, abrir nuevos caminos.
¿Cuál es su técnica preferida?
No podría decantarme por una técnica. El color que me invade en la pincelada se puede asemejar, en intensidad, al contacto directo con la materia y a la totalidad conceptual que me proporciona la instalación. Las nuevas tecnologías me permiten investigar procesos siempre cambiantes y sorprendentes. El land-art sería la definitiva relación y encuentro de toda mi obra con la naturaleza. Algunos conceptos se pueden expresar mejor con la técnica apropiada.
¿Y su temática?
Siempre ha sido el ser humano y su relación con la naturaleza. Su historia vital, sus ataduras y relaciones con los demás. Lo que uno quiso ser y lo que ha llegado a ser. La resiliencia, la búsqueda, el contenido filosófico que puedo expresar o añadir.
¿Dónde encuentra su inspiración?
En la naturaleza, principalmente. Y en el ser humano, tan lejos de ella. Organismos que se relacionan y se entrecruzan, la capacidad de resistir, de renacer. En la fragilidad y en la riqueza de todo ser vivo. En la belleza que veo y encuentro cada día.
En ese momento en que te llega la idea, cuando todo encaja, y necesitas plasmarlo con urgencia. Y sigues trabajando y cada vez aparece más luz. La conexión con la vida.
Actualmente, ¿en qué está trabajando?
Acabo de hacer una Intervención en las paredes del Centre Pompidou de Málaga, titulada Si yo, Si tú, en la que planteo la necesidad del cambio personal para salvar la sociedad equivocada y amenazada en la que estamos. A través de una estructura orgánica común de los seres humanos, animales y vegetales, y una rotulación a mano con verbos en Condicional Imperfecto de subjuntivo, que recorren 64 metros de pared, ofrezco la posibilidad: ¿qué pasaría si esto ocurriera?
¿Cuál es su próximo reto?
Mis próximos proyectos son tres exposiciones individuales en este año y principios del próximo, en tres diferentes espacios expositivos. Tan diferentes en sus dimensiones y sus planteamientos que será obra interconectada y adaptada a cada uno de los espacios. A la vez, preparo dos colectivas en Alemania y México.