Si por algo se caracteriza el Somontano es por la variedad de paisajes y ofertas de ocio que nos ofrece. Naturaleza, gastronomía, historia y, por supuesto, vino. Pasear por esta comarca, a menos de media hora de Huesca, se convierte en una opción turística ideal para familias, parejas y grupos de amigos. Repasamos algunos de los paisajes que se ven desde el mirador del edificio de nuestra bodega, en el corazón del Somontano, que no te puedes perder en una escapada a la provincia de Huesca.

Salas Bajas

El pequeño municipio en el que nos encontramos se encuentra a unos 10 kilómetros de Barbastro, la capital del Somontano, y cuenta con aproximadamente 190 habitantes oficiales. Su oferta turística incluye la Ermita de la Virgen del Plano y el Torno de Aceite, además de nuestra bodega y sus paisajes de viñedo, olivo, almendros y cereal. Una estampa típica de la comarca del Somontano en la que nos encontramos.

Y a menos de 2 kilómetros de distancia de nuestra bodega encontramos Salas Altas, el pueblo vecino. Una vez allí, en lo alto de la Sierra de Salinas, luce la ermita de la Candelera, vestigio de un asentamiento medieval, ubicada a 630 metros de altitud, lo que la convierte en un balcón natural al Somontano. Y es que es fácil avistar desde allí cumbres como el Turbón, o las sierras de Estada y la Carrodilla, si las condiciones climatológicas lo permiten. Desde allí, además, podemos transitar por un sendero entre bosques hasta nuestra finca de Bachimaña, el viñedo más alto al oeste del Somontano. Una ruta ideal para hacer caminando, en bici o en 4×4.

Hoz de Barbastro

Desde el mirador de la bodega, en dirección noreste, el pueblo de Hoz de Barbastro llama la atención, elevado en la Sierra de Salinas a 700 metros de altura. ¿Sabías que esta sierra debe su nombre a los numerosos manantiales salinos que afloran en su superficie? Este pueblo lo habitan poco más de 130 habitantes, y sus principales monumentos son la Fuente de Santa Ana, y la iglesia dedicada a Santa María Magdalena, hoy sobre los restos de un antiguo castillo medieval. Además, su excepcional altura lo convierte en el pueblo más alto de todo el Somontano, y dicho atractivo se puede apreciar desde el mirador del propio pueblo.

Los Pirineos

Justo en el centro del ventanal, escondido detrás de la Sierra de Salinas y de algunas nubes, conseguimos apreciar los Pirineos. El avistamiento de sus picos, posible en los días de cielos despejados, nos indican que estamos en pleno prepirineo. Esta condición influye en todo el terreno del Somontano (cuyo nombre significa ‘al pie de la montaña’), y permite alcanzar los 40ºC fácilmente en verano, y llegar a -8ºC en las noches de invierno. Este contraste térmico contribuye a una maduración lenta y óptima de la uva, reflejando en todos nuestros vinos la esencia del terruño del Somontano.

Nuestro viñedo

A las puertas de nuestra bodega, justo al otro lado de la carretera, seis hectáreas de viñedo de la variedad merlot decoran las vistas y abrazan una pequeña parcela de chardonnay. Y en mitad de ese viñedo encontramos el Bosque de Hierro, escultura de Vicente García Plana, y enclave esencial perteneciente a la colección de arte de la bodega… Aquí, la escultura es espectadora privilegiada del paso del tiempo y de las estaciones en el viñedo, convirtiendo cada estación en un lienzo único e irrepetible. Por eso, la hemos elegido para comenzar una de nuestras experiencias de enoturismo. Desde aquí, comenzará el viaje a través del arte del vino y el vino del arte. ¿Quieres saber más? Descúbrelo aquí.

Enate

Y nos tenemos que trasladar desde la bodega hasta la sierra de la Carrodilla, en el flanco derecho de nuestro mirador donde encontraremos el pueblo de Enate, origen de nuestro nombre. Aquí es donde se encontraban las primeras parcelas de viñedo de la bodega. Esta pequeña localidad pertenece al municipio de El Grado y tiene aproximadamente 70 habitantes. Se encuentra en la orilla derecha del río Cinca, y su iglesia parroquial de San Valero comparte nombre con la calle principal. Cuenta con una gran extensión de viñedo a sus pies, donde se encuentra, entre otras, la parcela de variedad chardonnay 234 de ENATE, que da nombre a ENATE Chardonnay-234, nuestro vino blanco más famoso. Todo este territorio queda retratado en el mural del Valle de Enate, de Celia Ferrer, que decora la pared principal del mirador de nuestra bodega.   

Monasterio del Pueyo

La historia de este santuario, 5 kilómetros al oeste de Barbastro y a 15 kilómetros de nuestra bodega en dirección sur, se remonta hasta el año 1101, un año después que el rey Pedro I conquistara la ciudad. Ahora, desde 2009, es regentado por la congregación de monjes del Instituto del Verbo Encarnado. El monasterio no es visible desde el mirador de la bodega, pero sí desde nuestra escultura del Bosque de Hierro.

¿Qué más necesitas para venir a descubrir el territorio del Somontano? Comienza a preparar tu experiencia desde nuestra bodega.