En ENATE entendemos que la calidad de nuestros vinos empieza desde la tierra, desde el viñedo. Por eso, contamos con 450 hectáreas de viñedo propio repartidas por diferentes zonas del Somontano que nos permiten controlar y garantizar al máximo la calidad de nuestra uva y nuestro viñedo. Solo así conseguimos la mejor expresión de nuestras variedades, cediendo el protagonismo a la expresión varietal y al terruño sobre el que se asientan, de acuerdo con las peculiaridades de cada parcela. En próximos posts os explicaremos las peculiaridades de las diferentes parcelas sobre las que se asientan nuestros viñedos y su influencia en nuestros vinos. Hoy, es el turno de Bachimaña, el viñedo más alto al oeste del Somontano.
Los viñedos de ENATE están agrupados en cuatro zonas: Enate I, Enate II (Cregenzán y Alcanetos) y Salas; por lo que nos encontramos ante suelos muy diferentes, cuyas altitudes oscilan entre los 400 y los 700 metros de altura. Bachimaña, Las Valles, Planacor, Valle de Enate, Finca Torrefierro y Alcanetos son los diferentes nombres que reciben las parcelas de los viñedos. En cuanto a los diferentes suelos que encontramos en estas parcelas, detectamos, por un lado, los más calizos y con yesos al sur, frente a los suelos más arenosos y arcillosos en los barrancos, y los más pedregosos al norte.
Parcela «Bachimaña», un terroir único
Situada en el municipio de Santa María de Dulcis (Buera) en la parte superior de la sierra de la Candelera, encontramos una de las parcelas más especiales de nuestros viñedos, Bachimaña, el viñedo más alto al oeste del Somontano. Aquí, las hectáreas están repartidas en terrazas escalonadas integradas en un paisaje casi prepirenaico con una fauna y flora típicas de esas zonas, además de una gran variedad de plantas aromáticas del entorno, como la lavanda, el romero o el tomillo. Este viñedo fue plantado en el año 2003, y consta de 83 hectáreas repartidas en más de veinte terrazas de muy diverso tamaño y orientación.
Al encontrarse en la parte norte del Somontano, con cercanía a las sierras exteriores del Pirineo, su clima es mediterráneo, pero con importantes aspectos atlánticos típicos de las zonas prepirenaicas oscenses. Es decir, menos temperatura media respecto al resto de la D.O., mayor pluviometría muy repartida y una baja humedad relativa ambiental ideal para la sanidad del cultivo de la vid. A su vez, el hecho de estar en la cara noroeste de la sierra le resta insolación y favorece un cultivo lento, alargando el período de envero a vendimia. En cuanto al tipo de suelos que encontramos en estas parcelas, son de tipo regosoles, con textura franca, poco evolucionadas o con una baja capacidad de retención de agua.
En Bachimaña cultivamos variedades como la cabernet sauvignon, la chardonnay, la syrah o la gewürztraminer. Aquí el potencial productivo cuantitativo es bajo. Así, la excelente calidad de las uvas obtenidas en estas parcelas es reflejo de un terruño diferente al resto de zonas del Somontano en la que su singularidad irreproducible es capaz de expresar todo el potencial varietal de variedades como la cabernet sauvignon.
A lo largo de estos meses iremos haciendo una descripción detallada del resto de parcelas con las que contamos en ENATE. Y si no queréis perderos los próximos posts, síguenos en nuestras redes y permanece atento a todas las novedades en nuestro blog.
