Con el comienzo del nuevo año 2025, el equipo de Viticultura de ENATE ya está preparando sus previsiones de cara a una nueva vendimia en el Somontano, que se espera, como es habitual, para el mes de agosto. Un año de intenso trabajo, que comenzó ya en el otoño pasado, buscando el éxito de la nueva añada desde el inicio del nuevo ciclo vegetativo. Estas son algunas de las estrategias y previsiones para este año 2025, así como las prácticas llevadas a cabo para garantizar la calidad de nuestros viñedos.

Diseño a pie de viña: tradición y tecnología

Dentro de la Denominación de Origen Protegida Somontano, ENATE se posiciona como una de las bodegas referentes, con una extensión actual de más de 500 hectáreas de viñedo propio que nos permiten controlar y garantizar al máximo la calidad de nuestra uva y nuestro viñedo. Un total de 460 están plantadas con previsión de poder ser cosechadas durante esta próxima vendimia. Unas hectáreas de viñedo donde tradición y tecnología se dan la mano para elaborar vinos de calidad, capaces de representar el terruño del Somontano.

“Además, contamos con unas 50 hectáreas aproximadamente no plantadas con viñedo que utilizamos estratégicamente para la rotación de cultivos, lo que permite sanear la tierra y enriquecerla”, explica Jesús Sesé, técnico de Enología y Viticultura de ENATE. “Primero, mediante la plantación de cebada y, posteriormente, mediante la introducción de vezas, una leguminosa que tiene la capacidad de fijar nitrógeno en la tierra. Esta práctica mejora la calidad del suelo y también contribuye a la sostenibilidad del ecosistema vitícola”, añade. En definitiva, una viticultura de jardín, enfocada en la sostenibilidad del entorno y a garantizar la calidad del cultivo de la vid. “Buscamos el máximo respeto por el medio ambiente, a través de técnicas y productos de viticultura respetuosos con el entorno, una viticultura de precisión y la excelencia en la vendimia”, argumenta el técnico.

Así, los viñedos de ENATE se distribuyen en cinco sectores principales. Comenzando por el sur, el sector de Torrefierro, abarca aproximadamente 97 hectáreas. Posteriormente, encontramos el sector de Barbastro centro, que incluye Alcanetos y Cregenzán, cada uno con 100 hectáreas. El Valle de Enate es otro sector destacado, famoso por nuestro merendero y los cultivos de chardonnay (aquí se encuentra la parcela 234, que da nombre a nuestro famoso ENATE Chardonnay-234), mientras que Bachimaña, situado a unos 700 metros de altitud entre Buera y Huerta de Vero, se especializa en la producción de uva tinta de alta calidad. El resto de las hectáreas se situarían en zonas intermedias, como la que está ubicada en el municipio de Salas Bajas, justo frente a nuestra bodega. Esto nos permite trabajar con suelos muy diferentes, cuyas altitudes oscilan entre los 400 y los 700 metros de altura. Así, frente a los más calizos y yesos del sur, encontramos suelos más arenosos, arcillosos en los barrancos, y pedregosos al norte. De esta manera, cultivamos las variedades tintas y blancas en los mejores terruños para que desarrollen toda su excelencia.

Por otro lado, el clima, de tipo mediterráneo continental en el Somontano, juega un papel importante en el desarrollo de los viñedos. Si por algo se caracteriza esta zona es por las bajas temperaturas del invierno, llegando a alcanzar los -10º, y las altas del verano, superando los 40º. Según Jesús Sesé, “el calor, que está siendo la nota predominante este año, favorece el crecimiento del viñedo ya que acelera la fotosíntesis y la acumulación de azúcar en la uva, pero esto debe ser vigilado, ya que un exceso puede ser perjudicial”. Por otro lado, resalta que “las temperaturas invernales, siempre que estén por debajo de los 5ºC, son suficientes para que la vid entre en reposo invernal, un estado de descanso necesario para completar su ciclo anual”, un estado que durará toda la estación fría.

Con respecto a las técnicas de regadío utilizadas en los viñedos, alrededor de 400 hectáreas están bajo el sistema de regadío por gravedad, exceptuando el sector de Bachimaña, que es de secano. “Esto nos permite controlar las necesidades hídricas de la planta en cada momento del año para ayudarle en su desarrollo”, explica el técnico.

En cuanto a alguna de las innovaciones,  cabe destacar la implantación de la cubierta vegetal en las plantaciones más jóvenes. “Esta técnica tiene múltiples beneficios, ya que, al introducir una mayor diversidad de vegetación alrededor de las viñas, no solo se atraen insectos beneficiosos que controlan plagas, sino que también se crea un hábitat para especies que protegen los cultivos, favoreciendo así la salud general de los viñedos”, argumenta Sesé.

La vendimia 2025

Mirando hacia el futuro, “la vendimia de este año se anticipa bastante similar a la del año anterior, sin cambios significativos”, explica Sesé. “Se estima que las variedades de uva blanca dominarán la cosecha”, añade, cumpliendo con los límites de producción establecidos en la D.O.P. Somontano, que permiten 9.000 kilos de uva por hectárea para las variedades blancas y 8.000 kilos para las tintas.

Las proyecciones y prácticas demuestran el compromiso de ENATE por adaptar sus métodos de cultivo a las exigencias del cambio climático, asegurando la calidad y sostenibilidad de su producción vitivinícola a lo largo del tiempo en el competitivo mercado actual.

Si quieres descubrir nuestra bodega y la elaboración de nuestros vinos, consulta nuestra oferta enoturística y ven a visitarnos. Si prefieres catar ENATE desde la comodidad de tu casa, elige tus favoritos en nuestra boutique online y recíbelos a domicilio con envío gratuito en 24-48 horas.